Osasuna, multado con 602 euros. El C.D.Osasuna ha sido sancionado con una multa de 602 euros por el Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol, en relación a la aparición de balones lanzados desde las gradas sobre el terreno de juego, que interrumpieron en tres ocasiones en el partido de liga que disputó contra el Real Madrid el domingo pasado.
Del mismo momo ha sido apercibido con el cierre del estadio, El Sevilla F.C., y multado con 6.000 euros por el botellazo que sufrió el portero del Real Madrid Iker Casillas al final del partido de ida de las semifinales de la Copa del Rey.
Son variados los precios que se aplican en el fútbol en cada circunstancia cuánto vale un jugador, su ficha, su traspaso, por ejemplo, el valor de las entradas.
Pero hoy, me quiero referir al dinero que intenta ganar un equipo cuando uno de los grandes viene a su campo a visitarle, para alguna competición. Es cierto que la crisis ha hecho mella en muchos bolsillos, y no todos pueden permitirse el lujo de pagar una entrada, de hecho los equipos lo notan, con lo que utilizan una política agresiva para “llenar” el estadio, no importa quién vaya, aficionados sensatos o ultras, el caso es hacer caja.
Todo ello conlleva una serie de actuaciones previas, como realizar una campaña publicitaria agresiva, y azuzar a los mal llamados periodistas, deportivos “panfleteros” (o como dice mi compañero y amigo @costampla, “prensirosas”), para que durante dos o tres días no se hable de otra cosa que del máximo rival, dejando al margen, de la idoneidad para la demarcación ocupada en el campo, cargando con saña contra el personaje que venda más, en este caso y durante este año con José Mouriño.
Tanto la prensa como los clubs han encontrado su autentico salvavidas en el portugués para salir de la crisis. Un técnico, declarado este año como mejor entrenador de la pasada temporada, después de haber conseguido ganar la champions y la liga italiana, entre otros título con un total de seis. Ese entrenador que con técnicas revolucionarias discutidas y discutibles deportivamente, es capaz de sacar el máximo rendimiento a un equipo de élite, pero no escucho a ninguno de esos panfleteros hablar de sus planteamientos dentro del terreno de juego, eso no vende.
Por otra parte, a los clubs estas estrategias le salen rentables, llenan los estadios, aunque luego con el tipo de público que acude a estos cantos de sirena de casi apología de la violencia, sean los llamados ultras, le salga el invento caro, como aparecen los dos ejemplos del principio, así mismo hay que hacer una diferenciación entre atraer al público con campañas publicitarias válidas y sensatas y otra atraer a la masa de gente, que aún pasando por taquilla, lo único que hace es desprestigiar no solo al club, sino a lo más importante a los aficionados y socios, que a pesar de la crisis paga su abono.
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