Sexta final de Roland Garros

Rafa ya ha hecho su trabajo, y cuando digo su trabajo, quiero decir que ya está en la final, de lo que de él dependía ya lo ha hecho, se hablan de records que ha batido Nole, pero lo de Rafa es de traca, sexta final de Roland Garros, quién será su rival?, no importa; seguirá siendo número uno?, no importa; lo único que de verdad importa es que una vez más este muchachote sencillo de trato, amable con la prensa y los aficionados, y sobre todo con una educación en el trato que hace sentirse orgulloso de él.

                Desde allá por el año 2005 Rafa ganara frente a Mariano Puerta y comenzara su reinado en la pistas de la arcilla parisina, sólo un año ha faltado con su cita en la final y es cuando el sueco Robin Soderling, disputó la final contra el suizo Federer y privarlo ese año de poder jugar otra vez la final.

                En la otra semifinal entre el suizo Federer y el serbio Novak Djokovic, se dilucida un poco más que un partido de tenis, a mi juicio, es la lucha entre el pasado muy muy reciente y el futuro próximo, entre el ex número uno, y el que, si gana se convertirá, haga lo que haga en el nuevo número uno mundial. Federer ha sido considerado como “el tapado” de este año, un suizo, que siempre se le ha dado como favorito, este año, paso a paso, sin hacer ruido, sin hacer un juego demoledor, ya está en semifinales.

                Si alguien ahora mismo puede derrotar a Djokovic y truncar la serie interminable de victorias, ese no es otro que el suizo.

                Caso aparte sería hablar del serbio, con una semejanza parecida a aquel Rafa Nadal, que sorprendiera al tenis mundial en aquella final en Sevilla donde Rafa ganó al entonces invencible Andy Rodick, dándole a España el segundo punto que a la postre, junto con la victoria de su amigo Charly Moyá consiguieron la preciada ensaladera para España.

                Por mi parte sólo felicitar en su 25 cumpleaños al ya finalista del año 2011, y que sea contra Nole o contra Roger, que se preparen porque el domingo en el polvo de arcilla parisino habrá que luchar como los gladiadores, y en eso nuestro número uno tiene ventaja.