Se acerca la Navidad, tiempo de alegría, paz y felicicidad, o no?, pues yo creo que no.
Tiempo de balance, Que he hecho a lo largo del año?, en que puedo mejorar?, que puede hacer para parecerle bien a tal o cual persona?.
Tiempo de recuerdos, ahí esos malditos recuerdos, por que cuando se acercan fiestas no acordamos de los que faltan?.
Tiempo de promesas futuras, que a los pocos meses ya hemos olvidado, uhi que digo meses?, incluso, a veces esos propósitos, dejar de fumar, hacer más deporte, adelgazar, leer un poco más, estudiar aquello que no pude cuando era joven, y un largo etcetera, se van como el humo en semanas.
Pero tambien tiempo de familia, de vacaciones de reuniones con los amigos, con los compañeros de trabajo, aunque a veces, esas reuniones terminen como “el rosario de la aurora”, hablando o reprochándonos lo bien o lo mal que no ha tratado la vida, o lo que es pero de política.
Cuando dos españoles se juntan terminan hablando de política “solicionan el país”, dicen lo ladrones que son unos y otros, en eso coincidimos, y si hay alguien mayor, dirá que antes sí que se vivía bien, que había libertad y que se trbajaba más. En fin la edad, como ya mencioné, ese inexorable reloj que no para, ni para unos ni para otros.
Quiero pedir perdón, todavía no me he presentado, me llamo Juan y en posteriores entradas hablaré algo de mi, aunque a mi la vida me gusta más verla como espectador que como protagonista.
Un abrazo.
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