Me gusta el deporte, lo practico cuando puedo, pero sobre todo lo que más me gusta es el espíritu deportista, el saber ganar y sobre todo saber perder con la cabeza alta, sin tener que conllevar con ello una ofensa.
De vez en cuando algún equipo además de Madrid y Barcelona, por tener una buena plantilla, por haber hecho una política inteligente de fichajes, y sobre todo por haber invertido bien en buenos jugadores extranjeros, que den buen resultado y jugadores no tan malos españoles que se revalorizan, y que después de despuntar terminarán en uno de los grandes ya sea de España o de otro país con una liga fuerte como Italia o Inglaterra, sobre todo.
De vez en cuando surge un Sevilla, un Super Deportivo, o el mismo Atlético de Madrid, equipos que comparados con esos dos, no compiten ni en número de aficionados a nivel nacional, o presupuesto manejado.
De vez en cuando surge el Sevilla, como tantos otros, después de haber pasado por el purgatorio de la Segunda, como lo hicieron casi todos, le surge una buena camada de jugadores que son capaces de hacerle frente al Madrid o Barcelona, pero es una lástima, que sus dirigentes no crezcan en la misma proporción que lo ha hecho su equipo, o incluso su afición, lo dirigentes siguen siendo de segunda, como lo están demostrando con la campaña publicitaria lanzada no para animar al Sevilla, que tienen todo el derecho de hacerlo sino más bien en contra del Madrid, rival al que de momento tutean, o por lo menos hasta que no se haya jugado el partido creen tutear, luego el tiempo y 180 minutos dará razón a unos y se la quitará a otros.
Yo animaría a los dirigentes del Sevilla, Madrid o cualquier otro equipo que hicieran campañas a favor de sus equipos, pero no criticando la labor de otros.
Y es que el deporte nacional consiste en intentar limpiar la casa ajena cuando no sabemos limpiar la nuestra propia.
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