lunes, 21 de febrero de 2011

No confundir la velocidad con el tocino.

                Durante los últimos días se viene debatiendo con respecto a la siniestrabilidad con motivo de los accidentes de tráfico, de hecho Antena 3, en su compromiso y conforme a una campaña de difusión y concienciación llamada “Ponle freno”, ha conseguido multitud de avances como por ejemplo la presencia de señalización en los llamados puntos negros, que es donde mayor número de accidentes se producen.
                Pero eso aún siendo bueno es insuficiente, las campañas de los medios de comunicación, las campañas del Gobierno a través de la Dirección General de Tráfico, con lemas muy sonados, y anuncios de televisión un poco del estilo gore no han conseguido frenar la sangría de muertes con motivo de los accidentes de tráfico.
                Otra de las campañas y a esa me quiero referir es al afán recaudador que hay tras las medidas de limitación de velocidad, cada vez hay más métodos para “pillar”, al infractor, radares fijos y móviles, de tramo, encima de los semáforos, etc.
                Para qué?, para evitar los accidentes?, Yo creo que no, si lo que quieres es evitar el número de accidentes lo primero que tendrás que fijarte es en el tipo de vías que hay en España, pocas autovías y ya empiezan a quedarse viejas, casi ninguna autopista y muchas carreteras que siendo de doble sentido y buen asfalto, tanto la orografía por donde discurren como el trazado no permiten circular a las velocidades a las que circulan los vehículos.
                En segundo lugar los vehículos cada vez más potentes, no contribuyen a evitar bajar el número de accidentes, no hablemos de muertos, sino incluso damnificados por culpa de dichos accidentes. 
                Que tienen que hacer las autoridades? Muy sencillo, la misión está en imbuir al conductor de la idea que no por mucho correr se va a llegar antes, de que la idea de sancionar no debe ser tan importante como la de enseñar a conducir de acuerdo a un código de circulación, que si todos los conductores cumpliéramos seguramente se producirían solo los accidentes con motivo de cualquier tipo de fallo mecánico, hay que quitar de la ecuación el factor humano, a través de la tecnología de medios que proporcionen más seguridad y no fijarse solamente en pensar que la carretera es el circuito de Le Mans y nosotros somos el Fernando Alonso de turno intentando ganar ese campeonato del mundo, o diciéndoles a los compañeros que envalentonados con dos cervecitas que hemos sido capaces de hacer el trayecto Madrid La Coruña en tan sólo tres horas y sin parar. ¡Qué machotes!. De esa manera no se hace.es mejor llegar aunque sea en seis horas que no llegar nunca.

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