El 23 de febrero de 1981, como empezara el Quijote, “de cuyo nombre no quiero acordarme”, en este país, que empezaba a dar sus primeros paso con un gobierno democrático, un puñado de militares molestos con su pérdida de poder, se intentaron sublevar, afortunadamente todos los fantasmas que esas noches volaron, por encima de muchos hogares, se vieron borrados por una magnífica actuación tanto del Presidente del Gobierno D. Adolfo Suarez, el mejor hombre de Estado hasta hoy en día, y S.M. El Rey D. Juan Carlos, que con su discurso, dando carpetazo al levantamiento que horas antes había escenificado en el Congreso de lo Diputados, Tejero.
Desde aquellos días este país ha sufrido muchos cambios, unos buenos y otros malos, pero la incipiente democracia que se estaba fraguando en aquellos días, ahora brilla con esplendor propio. La libertad o más concretamente la represión política, despareció e incluso poco después un gobierno de corte de izquierdas gobernó en España de la mano de Felipe González, permaneciendo durante más de un legislatura.
Pero mi pregunta es ¿Qué ha pasado para recordar en todos los medios de comunicación ese día negro para la democracia española?, ¿Estamos ahora, igual que en aquellos días?, ¿Hay peligro de que se vuelva a repetir?, o ¿Es una nueva maniobra del gobierno actual para separarnos de la realidad y seguir su labor demoledora?.
Yo me quedo con lo último, había un refrán que dice “piensa mal y acertarás”, yo diría, piensa en un político mal y seguro que el intentará hacerlo peor, no para él, para su intereses, peor para los ciudadanos que engañados les hacemos caso. La situación actual de crisis total hace que el Gobierno no tenga claro su reelección, así que toda la maquinaria se ha puesto en funcionamiento desde los medios de comunicación para cambiar las encuestas que les dan una derrota y por lo tanto la pérdida de poder. En vez de preocuparse por el bienestar de los ciudadanos los políticos llevan ya varios meses enzarzados en una lucha titánica por conseguir el poder y al grito de “todo vale”, se han lanzado con sus huestes mediáticas a la conquista del voto que le haga mantenerse con sus status, no importándoles nada los problemas que podamos tener el resto de los ciudadanos.
Propongo como castigo en las próximas votaciones hacer como en aquella película que decía “A ninguno de los anteriores”.
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