Esto es un aviso, "a mi Rafa no le toqueis"

"A mi Rafa no le toquéis, u os la veréis conmigo".

            Hace algunos días dije que mi intención era la de darle un cambio de aires a mi blog, pero es que hay noticias deportivas que me superan. De todos es conocido mis gustos por el Real Madrid, y sobre todo por el tenis además de cualquiera de los deportes en los que han participado españoles, me llena como buen patriota tenerlo a gala y disfrutar, pues durante tanto tiempo nos ha tocado, sufrir y perder, ¡que caramba, por no decir coño!.

            Ahora tenemos derecho a disfrutar con deportistas que no solo ganan en las pistas o en cualquiera de las disciplinas, sino que además son considerados como auténticos caballeros por sus propios compañeros y acólitos, cosa que siempre nos ha llevado tener a gala a cualquier españolito que se precie.

            Pero ahora y desde hace algún tiempo, los franceses (que a mí personalmente me caen bien), y no sé por qué razón, tienen un exacerbado ataque de chovinismo, o de lo que es lo mismo, de complejo de inferioridad con respecto a los deportistas españoles, Desde 1985, y ya hace de esto casi un cuarto de siglo, que un francés no gana Roland Garros, y lo más grave es que es a partir de ese momento en que el resurgir de los españolitos, esos paletillos, que emigraban con una maleta de cartón anudada con un cordel, pues resulta que han ganado en la mayoría de las ocasiones, dándose en algunos años una final española...  pues concretamente eso, la verdad es que lo llevan muy mal "lesanfatpatri".

            Pero a su competición estrella, su Tour, su grande bouclé, la mejor carrera por etapas del mundo, llega de repente un navarrico, buena persona, amigo de sus amigos y va el tío y la gana hasta cinco veces consecutivas, sin apenas despeinarse.  Pensaron entonces, ¿será casualidad?. Pues no, pues  ahora les llega otro españolito, joven, preparado, que les mira a la cara de tú a tú y les gana, otra vez su Tour. Conclusión: hay que desacreditarlo como ya lo intentaron con el gran Indurain que por sus conocidos problemas de alergia, hubo de tomar necesarios medicamentos que siempre fueron mirados con lupa y extrema animosidad por los envidiosos vecinos que buscaban como buscarle las vueltas.

            En España ha habido y habrán, y concretamente en el Real Madrid, grandes jugadores de los cuales alguno de ellos han sido franceses. Makelele. El jugador con más clase, que no es otro que Zidane, y ahora una nueva estrella emergente, el killer Benzemá, o un chaval llamado Varanne que apunta a ser de los mejores centrales del mundo.

            Pero… hoy al llegar a casa veo un guiñol en televisión, acusando claramente a Rafael Nadal de presunto doping, y es entonces cuando mis criadillas se alteran y ofendido planteo lo siguiente:

            Una carrera, un torneo, no se hace grande por quien lo organiza, sino por quien lo ha ganado, y para los franceses debería ser un orgullo contar con ganadores de Roland Garros, entre tenistas tan grandes como el bueno de Andrés Gimeno, al gran Manolo Santana y posteriormente Sergi Brugera, Albert Costa, Carlos Moyá, Juan Carlos Ferrero, y desde 2005, solo interrumpido por ese aciago día contra Robin Söderling, Rafa Nadal, que cada año que juega se deja hasta la última gota de sudor y sangre por llevarse la victoria. Así se hace grande un torneo, pero nunca desprestigiando a sus ganadores.

           Aprended un poco, carajo que la "grandeur" de la que os vanagloriais la estáis dejando a la altura del Sarzkozy, o sea, a la del betún.  (Nota: Interpétese la metáfora hecha utilizando a "Le President" en sentido de talla física que en otras tallas que le atañen, no es este post precisamente lugar ni tiempo de debatirlas).