Los tramposos, el deporte y el doping.
Se suele a veces de tratar de listillos a aquellos que burlan de manera fraudulenta las leyes. En el deporte también existen este tipo de personajes, los nombres son del todo conocidos, no solo por ser famosos, sino por tener en sus vitrinas campeonatos, títulos, medallas, copas, etc., etc.

Lo más lamentable de todo este asunto es la “hipocresía”, por parte de todos: de deportistas, de entrenadores, de médicos. Comprendo perfectamente que un joven al que le gusta el deporte, pero… que, a pesar de que es muy bueno en su especialidad, puede ganar al resto, de manera, digamos poco legal. No es necesario tomar drogas, estimulantes, hoy en día todo eso ya está obsoleto, se ha cambiado por un doping más moderno, con transfusiones, con EPO, etc.
El otro día escuchaba unas declaraciones de un ex deportista que exponía el caso de manera clara. El mismo, decía que ahora, cuando los chavales son jóvenes, su organismo es capaz de asimilar los esfuerzos, pero que un día esos mismos chavales, dejen de serlo, convirtiéndose en personas normales, y es entonces cuando tendrán que convivir con sus excesos el resto de su vida. Seguramente ni lo habrán pensado. Pocas veces pensamos que los excesos de hoy se van a convertir en daños irreparables en un futuro.
Pocos deportes y deportistas no han sido salpicados con esta lacra, desde principios del siglo XX, cuando empezaron a despuntar las competiciones deportivas, y cuando se mezcla el dinero con el deporte, se convierte en mal asunto.

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