martes, 16 de septiembre de 2014

¿Y ahora qué?


¿Y ahora qué?



Una cosa tengo clara, el año 2014 no ha sido un buen año a nivel selección para nuestros intereses patrios.

En fútbol nos dieron hasta en el carnet de identidad en el mundial de Brasil, en baloncesto lo mismo, o muy parecido y ahora también en tenis, en la que el equipo español desciende del grupo mundial, pasando a una especie de segunda división.

               Fin de ciclo, es cierto que en el fútbol se está haciendo una renovación y que algunos jugadores que tantos éxitos nos han proporcionado, le ha llegado el momento inexorable de la vida de terminar su carrera deportiva en otros clubs, dejando paso a los jóvenes que dentro de poco nos volverán a ilusionar. Con respecto al baloncesto la cuestión es más complicada, en primer lugar el paso del tiempo y por otra parte la profesionalización de las franquicias NBA, hace que muchos jugadores pudiendo tener la oportunidad de volver a regresar en futuras competiciones, no van a tener seguramente el permiso de aquellos que les pagan.

               El tenis, que tanto me apasiona; es otro cantar, demasiados cambios de capitán, al parecer todos querían figurar como capitán ganador de una copa Davis, todo ello beneficiándose del elenco de grandiosos jugadores que en esos momentos teníamos.

               Pero la gallina de los huevos de oro, ha sido esquilmada, por una parte por el horrendo calendario que la ATP somete a los jugadores, que además de jugarse sus puntos en innumerables torneos que deben acudir sí o sí, y por otra las lesiones, sobrecargas, etc. propias de un jugador de élite, hacen que cuando deben acudir a las eliminatorias de la copa Davis en innumerables ocasiones no pueden acudir.

No voy a poner nombre a ninguno porque estoy seguro de que todos en alguna ocasión han acudido al rescate del equipo, pero debe la Asociación de Tenistas junto con los organizadores de la copa Davis llegar a un acuerdo, que tantas veces, tanto los jugadores como aficionados han reclamado, establecer otro tipo de formato, en el cual no se juegue todos los años, sino que sea, cada dos años. Y con un calendario específico. Mientras creo que es una competición que con tanta emoción y tan bonita se devaluará poco a poco.

               De todas maneras VOLVEREMOS, como el ave fénix que resurge de sus cenizas, y volveremos a levantar copas de Europa, del mundo, y ensaladeras. Porque “Soy español, a que quieres que te gane”.

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