La semana de Monte Carlo ha sido mejor de lo que se esperaba, todo comenzó con una muy cómoda victoria ante el finlandés Nieminen, luego vendría un gran partido contra el francés Gasquet con un gran despliegue realizado por Rafa, en cuartos contra el croata Ljubicic, y por fin en semis el mejor partido contra el renacido escoces Murray, que gracias a su mejor partido desplegado en la arcilla fue capaz de ganarle no sólo un set al número uno, sino dejarle por 6-2 con dos break, nada fácil cuando enfrente tienes al mejor jugador del mundo en tierra.
Con respecto al torneo y antes de hablar de la final querría destacar en primer lugar como actuación positiva la del portugués Federico Gil, que ganó no solo al francés Monfils, este portugués se le va a oir este año en los torneos de tierra, y sino al tiempo. Otro que está haciendo un principio de temporada muy bueno es el canadiense Raonic, que solo pudo ser parado por un incontestable Ferrer, en estado de gracia en este torneo.
Como actuaciones por debajo de su nivel lógico y normal que deben desarrollar en un torneo de tierra, en primer lugar a Fernando Verdasco, le vi cuando perdió contra Robredo, impotente, como si no tuviera más recursos de los muchos que posee en madrileño, depende muchísimo tanto de su estado físico y moral y hay que reconocer que en nada se le parece al Verdasco que jugó la final el año pasado. Otro que sigue en su declive, lento pero progresivo es el suizo Roger Federer, en otras ocasiones el partido que perdió contra Melzer lo habría ganado, creo que el suizo puede estar reservando para a ver si este año gana alguno de los gran slam, como Paris o Wibledon, que tanto le gustan al suizo.
Sorpresa grata es el renacimiento de un jugador apático, pero genial, capaz de lo mejor y de lo peor, un jugador de talento, que sorprende por caer siempre ante los más grandes y quedar siempre en segundo plano, lo tiene en cuanto a tenis casi todo, pero de cabeza anda justito, el escocés ha hecho un torneo de tierra, muy bueno, y solo ante un gran Rafa doblegó la rodilla, el escocés puede todavía dar que hablar.
La final española una vez más se decantó hacia el jugador que más hambre tenía, este chico no se cansa de ganar, su ambición no tiene límites, rompió los juegos en los momentos claves y ante un jugador en estado de gracia como David Ferrer, le paró en seco, y nada menos que en dos sets. Gran inyección de moral para el número uno alargando un año más y ya van siete consecutivos.
Para terminar debo comentar que Rafa no debería jugar esta semana en Barcelona, a pesar de los puntos que va a ganar, son torneos en los cuales se va a cansar más de lo que puede ganar, acumular minutos en la pista no es bueno, son torneos de tierra contra españoles con mucha garra, que le van a hacer sufrir demasiado a lo largo de esta semana.
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